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domingo, 26 de agosto de 2007

HOMO VIDENS: LAS SOCIEDAD TELEDIRIGIDA


El autor comienza mencionando que el hombre (homo sapiens) tiene una capacidad simbólica, esta capacidad se desarrolla en el lenguaje y en la comunicación mediante la articulación de sonidos y signos. En un principio las civilizaciones se desarrollaron en forma oral pero con la llegada de la escritura, se creo una cultura donde las palabras tenían fuerza y el hombre era capaz de aceptarlas o rechazarlas. A mediados del siglo XIX los avances tecnológicos (telégrafo, radio, teléfono, etc.) crean un nuevo ciclo en el desarrollo de las civilizaciones. Pero para mediados del siglo XX llega la televisión; para Sartori la llegada de este medio, modifico radicalmente y empobreció el aparato cognoscitivo del “homo sapiens”, a tal punto anular su pensamiento hacerlo incapaz de articular ideas claras y diferentes, hasta llegar a fabricar lo que él denomina un “proletariado intelectual”, sin ninguna consistencia. La cultura audiovisual es inculta y por lo tanto, no es cultura, afirma Sartori. Del “homo sapiens”, producto de la cultura escrita, se ha pasado al “homo videns”, producto de la imagen. (Hombre criado delante de un televisor, el cual almacena toneladas de imágenes, que no ha de digerir, ni sacar de ellas conclusión alguna.
Para el autor la televisión, es la primera escuela del niño, la más divertida, recibiendo su valor educacional en imágenes de un mundo centrado en solo ver. Los pequeños son como una esponja que registra y absorbe indiscriminadamente todo lo que ante él acontece, puesto que aun carece de capacidad discriminatoria y rigor selectivo. Para cuando estos aprenden a leer y escribir, ya han visto muchas horas de televisión con imágenes que no necesitan ser entendidas. Aprende viendo no leyendo crece alejado del concepto de la cultura y del lenguaje verbal; para el niño el mundo es una caricatura, formando a un hombre que no lee, cuya capacidad de abstracción y de entender se ha visto empobrecida, tanto en palabras como en significado; no es interactivo y asume ante el televisor un rol pasivo, que no le permite distinguir entre lo verdadero y lo falso.
Para el Santori: La imagen por sí misma no da casi ninguna inteligibilidad. La imagen ha de ser explicada, y la televisión da explicaciones insuficientes y distorsionadas. Si la televisión explicara mejor, se podría producir una integración positiva entre «homo sapiens» y «homo videns». Continua diciendo que por el momento, no hay integración, sino sustracción y, por tanto, el acto de ver está atrofiando la capacidad de entender.
Para finalizar la lectura de "Homo videns" nos indica, las desventajas que acarrea el excesivo avance de la imagen televisiva; como pasan a formar parte de nuestra cotidianidad, atrapándonos y generando una gran dependencia de ésta, terminando, de forma casi fulminante con la cultura escrita, con la creatividad natural y la curiosidad e interés de aprendizaje del ser humano.
Como docente considero que es necesario buscar estrategias para que los alumnos no sean solo receptores pasivos. Pero ¿Qué programas les puedo recomendar? en una programación que solo esta destinada a ver y no reflexionar, ¿ Que tanto influye la televisión en nuestra manera de pensar? ¿Qué tan absortos estamos los jóvenes en la tele que son incapaces de leer un libro?


REFERENCIA:
SARTORI, Giovanni “La Primacía de la Imagen” en Homo Videns, la Sociedad Teledirigida, Taurus, 1998. (Pp.23-40).


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